El pasado y el presente de Ribera del Duero es el hilo conductor de un artículo firmado por el crítico vinícola británico John Radford en la revista especializada Wine & Spirit International. El periodista inicia el análisis en 1982, hasta llegar a la última etapa iniciada en 1995, marcada por la entrada de fuertes inversiones de grandes nombres del vino como Mariano García (Bodegas Aalto) y La Rioja Alta con Áster, bodega fundada en 1999 al estilo de los châteaux del siglo XVIII. Han aparecido igualmente en la denominación nombres como Legaris del Grupo Codorniú y Tarsus de Bodegas y Bebidas. Más reciente es la ultra moderna Pagos del Rey, firmada por Félix Solis, empresario de sólida trayectoria en la denominación de Valdepeñas.
Otros nombres que llaman la atención a Radford son Celeste, un proyecto de Miguel Torres, Portia, nueva bodega del grupo Faustino diseñada por Norman Foster, y Chivite que ha adquirido terrenos en la zona, si bien aún no ha fundado empresa alguna.
Pero, más allá de estas rutilantes iniciativas que ponen en el mercado vinos con precios al alza, el crítico destaca la labor de una docena de cooperativas que elaboran vinos de calidad a un precio muy competitivo de cara a la exportación.
Radford incluye en su podium de los mejores a las siguientes marcas:
- Vega Sicilia Único 1994 (Vega Sicilia)
- Pingus 2001 (Dominio de Pingus)
- Malleolus de Valderramiro 2002 (Emilio Moro)
- Aalto PS 2002 (Bodegas y Viñedos Aalto)
- Janus 1995 (Pesquera)
- Viñas de Valtarreña 1998 (Carmelo Rodero)
- Finca el Picón 1999 (Pago de los Capellanes)
- Viña Sastre Reserva 2000 (Bodegas Hermanos Sastre)
- Áster Reserva 2000 (Bodegas Áster)
- Altos de Tamarón 2003 (Pagos del Rey)
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