Bourguignon apuesta por el estudio y adaptación de los suelos para determinar la influencia en el sabor de vino
Cree que los terrenos arcillosos son idóneos para variedades tintas
Claude Bourguignon, director del Laboratorio de Microbiología del Suelo, ha comenzado su intervención en el VI Foro Mundial del Vino destacando la influencia del suelo en la tipicidad de las vides. El investigador ha defendido el terruño para la elaboración de vinos que destaquen en el mundo, ante los de calidad y tecnológicos. “Ya no se hacen malos vinos gracias a portainjertos vigorosos y a los avances en viticultura y enología”, ha explicado “mientras que antes sólo podía hacerse lo que la naturaleza nos dejaba”.
Los dos directores del Laboratorio de Microbiología del Suelo, Lydia y Claude Bourguignon, han expuesto la necesidad de cuidar el subsuelo para favorecer el desarrollo adecuado de las raíces y para contar con una estructura aireada, que permita un enraizamiento profundo.
Bourguignon ha diferenciado la geología de las formaciones del subsuelo –calizas, gravosas, arcillosas, entre otras-, dado que este factor favorece unas variedades ante otras. “Las superficies con grandes concentraciones de arcillas favorecen los vinos tintos, mientras que cuando estas concentraciones son muy pequeñas, son zonas más favorables para vinos blancos”, ha explicado.
Los microbios del suelo alimentan las raíces
“El suelo está vivo y aporta no sólo sabores, sino también olores al vino: le aporta identidad, una identidad que desaparece cuando usamos herbicidas en exceso”, ha añadido. Bourguignon ha explicado la necesidad de no eliminar los microbios del subsuelo que alimentan las raíces a través de oligoelementos.
Ambos investigadores han lamentado las nuevas técnicas de plantación con grandes máquinas, que destrozan las rocas y secan el suelo: “no hay que ser agresivos”, han sentenciado.
Cree que los terrenos arcillosos son idóneos para variedades tintas
Claude Bourguignon, director del Laboratorio de Microbiología del Suelo, ha comenzado su intervención en el VI Foro Mundial del Vino destacando la influencia del suelo en la tipicidad de las vides. El investigador ha defendido el terruño para la elaboración de vinos que destaquen en el mundo, ante los de calidad y tecnológicos. “Ya no se hacen malos vinos gracias a portainjertos vigorosos y a los avances en viticultura y enología”, ha explicado “mientras que antes sólo podía hacerse lo que la naturaleza nos dejaba”.
Los dos directores del Laboratorio de Microbiología del Suelo, Lydia y Claude Bourguignon, han expuesto la necesidad de cuidar el subsuelo para favorecer el desarrollo adecuado de las raíces y para contar con una estructura aireada, que permita un enraizamiento profundo.
Bourguignon ha diferenciado la geología de las formaciones del subsuelo –calizas, gravosas, arcillosas, entre otras-, dado que este factor favorece unas variedades ante otras. “Las superficies con grandes concentraciones de arcillas favorecen los vinos tintos, mientras que cuando estas concentraciones son muy pequeñas, son zonas más favorables para vinos blancos”, ha explicado.
Los microbios del suelo alimentan las raíces
“El suelo está vivo y aporta no sólo sabores, sino también olores al vino: le aporta identidad, una identidad que desaparece cuando usamos herbicidas en exceso”, ha añadido. Bourguignon ha explicado la necesidad de no eliminar los microbios del subsuelo que alimentan las raíces a través de oligoelementos.
Ambos investigadores han lamentado las nuevas técnicas de plantación con grandes máquinas, que destrozan las rocas y secan el suelo: “no hay que ser agresivos”, han sentenciado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario