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Una gran parte de los terrenos vitícolas actualmente irrigados se volverán demasiado calurosos y secos para poder cultivar la viña, ha declarado Greg Jones, especialista americano de medio ambiente tras una reciente visita a los viñedos australianos.El mayor problema para Australia es el agua, sin irrigación el 80% de la industria australiana del vino está en peligro. Más de dos tercios de la producción vitícola provienen de zonas calurosas del interior como Riverland. Esta evolución climática podría hacer imposible la producción de algunas variedades delicadas como la Pinot Noir. La solución podría ser una evolución de las variedades hacia aquellas más adecuadas a las condiciones de calor como la Cabernet Sauvignon o la Syrah, o incluso castas españolas todavía más resistentes al calor. Pero en las zonas calurosas donde estas variedades ya han sido implantadas, existen pocas soluciones.
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